jueves, 14 de julio de 2011

Temas-personajes

En una reciente columna en El Espectador, Lorenzo Madrigal propone que en Colombia hay temas que identifican a las personas. De este modo, seguridad es sinónimo de Uribe, honestidad de Mockus, la defensa de los niños es sinónimo de Gilma Jiménez, y otros ejemplos, por sólo citar casos políticos.

Es cierto, y comparto la idea de que en Colombia algunos temas —en su mayoría importantes— se identifican con algunos personajes. Lo que no he de juzgar aún es el impacto de ello en la sociedad. Me temo que la columna en la que me baso -tal vez por formato editorial- es corta y tiene unos pocos ejemplos. A suerte de esto me ofrezco a complementar (no en lo absoluto) la lista con otras parejas tema-personaje en Colombia:

—Si el tema es goles, el apropiado es Falcao.

—Si el tema es goleada, el apropiado es el 5-0. Ya saben contra quién. (Esto no es un personaje, pero es una equivalencia vívida más de 15 años después).

—Si de secuestrados se trata, quien se viene a la cabeza es Piedad Córdoba. Y el turbante viene a la cabeza de ella.

—Hablemos de música: Juanes y Shakira (en lo internacional). Hablemos de salsa, la opinión se inclina hacia Joe Arroyo (gran resucitada musical la que le dio RCN).

—Cuando de homosexuales se trata, el tema se relaciona con Laisa (Hendry Cardeño).

—La Policía Nacional no necesita imagen: ahí tiene al general Naranjo. No lo discuto.

—Tenis: Alejandro Falla; automovilismo: Juan Pablo Montoya.

—Cuando la cuestión es el periodismo, relucen los más comerciales (y menos críticos) periodistas de televisión. ¡Tan linda Vicky!

—Mujeres estúpidas: Natalia Paris (no lo comparto); mujeres hermosas: Natalia Paris (Claro que aquí podemos señalar muchas más).

—El chisme: la Negra Candela. No sé cómo un programa así se mantenga tantos años.

—Tenemos una gran imaginación y un genio creativo destacado. Aun así literatura es sinónimo de García Márquez (muy merecido), pero a la opinión general le hace falta otra tanda de nombres.

—Una conversación sobre ricos lleva a hablar de Carlos Ardilla Lule, aunque no sea el hombre más rico de Colombia. Pero sí el más conocido por sus empresas en los medios de comunicación.

—Para hablar de ciencia recurrimos a Patarroyo, y de vez en cuando a Llinás.

—El humor sí tiene varios exponentes, pero se puede dividir en estilos. Vergonzoso: don Jediondo, simple: Cuentahuesos, stand-up: Andrés López (también Alejandro Riaño), una bacasnería: Suso.

A la anterior lista —y a la del señor Madrigal— se le pueden agregar indudablemente otros ejemplos, pero lo importante de esto es que tenemos un tácito consenso sobre quiénes representan tal o cuál asunto, pero también indica que hay una polarización de las ideas, lo cual opaca otros personajes sobresalientes. Lo anterior no es igual a decir que no son importantes, pero sí que la unión inconsciente de temas con personas aleja a los demás de mostrarse y de representar al país.

Quizás deberíamos buscar más exponentes en tantos campos. Deberíamos poder hablar de otra goleada que no sea la de Argentina (y más reciente), merecemos más deportistas destacados y no recurrir siempre a los mismos (lo cual no sucede en Argentina, a pesar de tener al mejor jugador del mundo). Por qué no, démosle la oportunidad a otro travesti de representar las excentricidades colombianas. Deberíamos tener otro Nobel de literatura…

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